CONCEPTOS PREVIOS

La Ingeniería Ambiental es una disciplina con profesionales especialistas en prevenir, afrontar y reducir los daños al medio ambiente.

El ingeniero  con enfoque  medioambiental valora la actividad humana en el medio ambiente ya sea positiva o negativa evaluando la duración, magnitud y reversibilidad de las alteraciones. Se hace necesario reconocer, interpretar y diagnosticar los impactos negativos y positivos ambientales, evaluar el nivel del daño ocasionado en el ambiente (en el caso de un impacto negativo) y proponer soluciones adecuadas de acuerdo a las leyes medioambientales.

El objetivo de la normativa medioambiental  es gestionar los residuos de la forma más adecuada con la finalidad de evitar los perjuicios para los sistemas ambientales, los recursos naturales y el paisaje, erradicar o paliar molestias para las poblaciones y limitar las contaminaciones de los recursos naturales como las aguas, los suelos y el aire.

La generación de residuos es un problema que afecta a todos los sectores de la sociedad.  Un aspecto que diferencia al sector agrario en esta problemática es la amplia gama de residuos que produce. Algunos son peligrosos, como los envases y derivados de los productos fitosanitarios y los materiales específicos de riesgo (MER) en ganadería; otros, muy voluminosos como la materia vegetal o los plásticos de invernadero; y algunos de ellos (a los cuales dedicaremos otra noticia) mal percibidos por la sociedad, como los estiércoles y purines.

Hoy nos fijamos en tres  actuaciones ambientales positivas en nuestra provincia con los  RESTOS DE COSECHA  DE TRES CULTIVOS DIFERENTES: cereal, lavanda y espárrago. Son casos cercanos, pues hablamos de residuos  de productos de la provincia de Guadalajara.

 

APROVECHAMIENTO RESTOS DE CEREAL: PAJA

En la provincia de Guadalajara donde existen grandes extensiones de cultivo de cereal de doble propósito,  grano y forraje,  hay por lo general pocos problemas con la cosecha de paja. En esta  zona  tenemos déficit alimenticio para el ganado en invierno, por lo que la actuación medioambiental idónea consiste en cosechar, secar y almacenar los residuos de cultivos para asegurar el abastecimiento durante todo el año.

Un sistema común de conservación de la paja son las parvas protegidas que se construyen en una esquina del campo en tierras inutilizadas o cerca del lugar de uso.

El manejo mecanizado de la paja de los cereales en hilerado seguido por el enfardado puede hacerse justo después de pasar la cosechadora. La paja  se embala en fardos de alta densidad (más de 200 kg/m3) para transportar fuera de las fincas.

Los restos de cosecha con frecuencia se someten a diversos tratamientos de conservación para poder emplearlos como alimento para el ganado en épocas de escasez. Los procedimientos más comunes son la henificación y el ensilaje.

El ensilaje es un proceso de descomposición anaerobia y dirigida en el que se reduce el pH del forraje para que actúe como conservante. Este proceso se lleva a cabo en compartimentos estancos denominados silos que pueden ser tan simples como un agujero en el suelo o grandes estructuras específicas.

La henificación es un proceso de deshidratación rápida. No requiere estructuras muy complejas ya que lo único que hace falta es que el aire y el sol sequen los restos vegetales cuanto antes. La forma más sencilla de henificar es mediante un hilerado en el campo: se trituran los vegetales y se disponen en montones alargados.

 

APROVECHAMIENTO DE LOS RESTOS DE LAVANDA: BIOMASA

El cultivo de la lavanda y de otras plantas aromáticas está ligado a la Alcarria. La mayor parte de los productos derivados de estos cultivos se destinan a cubrir las necesidades de la industria cosmética y alimentaria. La extracción de los aceites esenciales en explotaciones agrícolas puede resultar un negocio rentable además de sostenible.

El uso de la biomasa (desechos derivados de la actividad agrícola), se ha convertido en una interesante fuente de energía alternativa, en especial en los medios rurales. La biomasa tiene la ventaja de ser una fuente de energía sustancialmente más benévola con el medio ambiente que las tradicionales.

Una solución de ahorro energética  es  el uso de los restos de lavanda derivados del propio proceso de transformación, para la producción de vapor en la caldera mediante su combustión en el hogar de la misma.

El vapor suministrado al tanque de destilación se obtiene de una caldera que se abastece de  biomasa proveniente de los propios restos de la lavanda procesada.

El proceso de destilación  genera unos restos de  lavanda que una vez se pasa por secado y triturado se almacena en un silo y es suficiente fuente de energía para la caldera, eso sí, conviene aclarar,  una vez el proceso está en marcha.

 

APROVECHAMIENTO DE LOS RESTOS DE ESPÁRAGO: TOCONES

El empleo de vegetales en la alimentación del ganado bovino (vacas, toros, bueyes), es uno de los usos más racionales que se le pueden dar a dichos subproductos por su bajo coste y por contribuir a la eliminación sostenible de un residuo procedente de la industria agroalimentaria.  Suplementar al ganado vacuno con subproductos vegetales procedentes de la industria agroalimentaria y por tanto una alternativa viable económica y ambientalmente.

Los restos vegetales obtenidos  de la cosecha y proceso del espárrago verde es el extremo del producto, llamado Tocón.  Los tocones junto con frutos no comercializables son considerados  subproductos y su principal destino es la alimentación animal aprovechando su gran valor nutritivo pues tienen alto contenido en fibra. El alto nivel de fibra se debe principalmente al estado de madurez de la planta al momento de la cosecha comercial de los turiones

La broza de espárrago (BE) como forraje en la alimentación de ganado vacuno puede utilizarse de tres formas distintas: Subproducto fresco (broza verde), ensilado (almacenado en silos) y desecado (como componente de harina o pienso)

Vamos a fijar la atención sobre la broza verde: Desde el punto de vista zoosanitario es perfectamente utilizable para alimentación animal ya que cumple con las normas tanto de límite máximo de residuos (LMR) como la reglamentación comunitaria, posee una gran dificultad para su uso. Tiene como inconveniente que hay que estar constantemente transportando el alimento desde la industria a la explotación y además, al ser fresco, suelen tener gran porcentaje de agua produciendo problemas de manejo por su alto peso y volumen  y problemas de contaminación al fermentar con facilidad.

Inconvenientes que son fácilmente salvables pues las industrias agroalimentarias tienen verdaderos problemas a la hora de eliminar estos residuos, por lo que facilitan y están dispuestas a que los ganaderos les recojan los subproductos que dichas industrias generan, a cambio de que les vacíen sus almacenes de dichos subproductos. Es decir, estos dos agentes (industria agroalimentaria y ganaderos) interactúan mutuamente, beneficiándose ambos de esta interacción.

 

La correcta gestión de los residuos de la actividad agraria es una obligación de todos los agricultores. En la actualidad, existen gestores autorizados para todos los tipos de residuos generados por el sector agrario. El control de la gestión de residuos es cada vez más estricto. Y su correcta gestión,  constituye hoy un nuevo reto para el sector agrario. El aprovechamiento de restos de cultivo como alimentación de ganado y como biomasa son ejemplos de usos que se puede dar a los subproductos agrícolas, alternativas viables económica y ambientalmente.

 

En CHIVA INGENIEROS aportamos todo tipo de soluciones de ingeniería agrícola y medioambiental basadas en la innovación: actuaciones de rehabilitación energética,  instalaciones de autoconsumo, ensilados. Consúltanos, estamos en Plaza Dávalos Nº 3. Guadalajara.